Intervención del Psicólogo Perinatal ante la Infertilidad


 

 DENOMINACIÓN DEL PROYECTO:




Intervención del Psicólogo Perinatal ante la infertilidad



  

INTRODUCCIÓN


I Naturaleza del Proyecto:

Este proyecto de investigación surge de la conjunción entre una instancia de evaluación de la Cátedra y mi interés particular sobre el tema abordado, interés emergente de la reflexión acerca del rol del Psicólogo Perinatal y la delimitación de sus rangos de acción.

II Planteo del Problema:
Nace entonces la pregunta que da sentido al planteo del problema:

¿a partir de qué momento en torno al parto es que comienza a tener injerencia el rol del Psicólogo Perinatal?...

por lo que se hace interesante indagar acerca: del término rol, del rol del Psicólogo y del rol del Psicólogo perinatal.
En un intento de justificar el por qué de la pregunta respecto del inicio de aquello entendido como “perinatal”, pregunta que direcciona este proyecto de investigación, surge la idea de indagar el significado del prefijo “peri”. Dicho prefijo deriva del griego perí y significa: alrededor.
Es ya sabido que “natal” alude al nacimiento y es entonces claro que lo perinatal sería todo aquello que acontece durante el nacimiento y lo inmediatamente anterior o posterior al mismo.
Habiendo delimitado el campo de acción del Psicólogo Perinatal a lo que como perinatal se entiende, cabe indagar  el motivo que origina el planteo del problema por lo que surge el interrogante:

¿Corresponde incluir el desempeño del Psicólogo Perinatal en situaciones previas a la fecundación, más precisamente la infertilidad?...

Es ahí donde hay, al decir de Oiberman:“un vacío científico[1]”. Es así que se habla de cómo es el rol del psicólogo perinatal durante el embarazo, gestación, parto, post-parto y primeros años de vida del niño. Pero creo que es también pertinente a tal evento tener en cuenta la situación pre-natal; en tanto existe el deseo de concebir y éste, por algún motivo biológico o inconsciente, es obturado.

Siendo éste el planteo del problema, se hace necesario explicitar  la hipótesis de trabajo y los objetivos a indagar durante el desarrollo del mismo.

III Hipótesis:

El rol del Psicólogo Perinatal comienza a tener injerencia desde el momento en que el sujeto -o el sujeto y su pareja- manifiesta deseos de concebir y algo de este deseo reviste dificultades al ser expresado. Por lo tanto, el planteo de la hipótesis de éste trabajo da cuneta de que es pertinente incluir el rol del Psicólogo Perinatal en situaciones previas a la fecundación, en situaciones de infertilidad.

IV Objetivos a indagar:

·    ¿Qué es la infertilidad?
·    ¿A qué se le atribuyen la infertilidad?
·    ¿Cómo debería ser la intervención del Psicólogo Perinatal ante la infertilidad?
·    ¿Cuál sería el encuadre del Psicólogo Perinatal en esta situación?





DESARROLLO

1.Acerca del rol
Considero adecuado antes de comentar sobre el rol del Psicólogo, averiguar respecto del concepto “rol” y su significado.
Si recurrimos,  en una primera aproximación, al diccionario, encontramos que es el rol un galicismo por “papel” y una de las acepciones de este último término dice: “parte de la obra dramática que ha de recitar cada actor y la cual se le entrega para que la estudie” 2.
Etimológicamente el término rol tiene origen en el antiguo teatro griego, el cual era leído. De ese modo, cada actor subía al escenario con su respectivo rollo, del cual leía e interpretaba la correspondiente escena que le tocare desempeñar. Así es como surge el rol. Pero, en las Ciencias Sociales el término es objeto de consideraciones más rigurosas, al vincular el concepto de rol a la noción de posición. Toda posición se relaciona con otras, pero además, toda posición lleva predeterminada la conducta que se espera del que la ocupa. Así, rol y posición son inseparables3,como dos caras de una misma moneda al aspecto dinámico y estático de una misma realidad. Entonces, el término rol estaría imbricado de una serie de conductas que se esperan de quien ocupa un determinado lugar en la estructura social.
Es significativo como varios términos dan cuenta de cierta cercanía con la Psicología: escena, escenario, rol, actor, interpretar... haciéndose familiar entonces hablar del rol del psicólogo no sin antes tener en cuenta que ese rol varía, según cambie la escena, los actores y la interpretación;  llegando así a la conclusión de que lo significativo gira en torno al rol y al encuadre que lo involucre.



1.1              El Rol del Psicólogo

El rol del Psicólogo es casi imposible de describir sin acotar y especificar el rango de acción que el mismo desarrolla. No es el mismo rol el que desempeña un psicólogo clínico, un psicólogo educacional, un psicólogo institucional, un psicólogo forense. A su vez, el rol también varía según el encuadre del mismo y el marco teórico o formación que haya seleccionado para abordar las situaciones propias de su especialidad.  Por esto, responder por el rol del psicólogo está vinculado a responder sobre qué hace, por qué lo hace, para qué lo hace, cómo lo hace y a demanda de quién es que hace lo que hace; lo cual tiene correlato con su práctica profesional.
Alli donde se “rompe”el entramado discursivo y hecen falta palabras para significar las emociones, allí se juega el rol del Psicólogo.

1.2      El Rol del Psicólogo Perinatal

Su rol es básicamente sostener, poner palabras a las emociones, aún a las más primitivas. Transformar esas emociones en palabras, gestos, posturas.
Sostener y cuidar no sólo a la madre y su familia sino también al equipo cuidador de ésta madre y su bebé, su familia.
El denominador común de la intervención del Psicólogo Perinatal es lograr disminuir el monto de culpa y ansiedad. Facilitar en el otro el ejercico de atribuir significados a los hechos causales. Intervenir allí donde el entramado discursivo se haya roto y/o debilitado. Poner el cuerpo. Facilitar la comunicación.

2.Acerca de la infertilidad

Tanto la medicina como la Psicología, parecen estar de acuerdo en que todo fenómeno de infertilidad es de la pareja y no privativo de uno de sus integrantes, “más allá de que uno de los cuerpos sea el portador del síntoma[2].
Cada sujeto es poseedor de un potencial determinado de fertilidad el cual es integrado por varios factores que se suman, por lo tanto el hecho de que una pareja sea apta para concebir resulta de la suma de la potencialidad fértil de cada uno de los integrantes de la misma.  Tal es así que en una pareja en la que el hombre por una leve alteración en la producción espermática no pueda fecundar, sí lo pueda hacer con una mujer con un alto potencial de fertilidad. (Flores, 1990)[i]. Una suerte de complementariedad de bases.
Ahora bien, estos potenciales pueden existir en el plano biológico, pero  la realidad psíquica de la pareja, el entramado vincular y sus mundos internos; pueden evidenciar aspectos no favorables a los fines de la fecundación.
Para el hombre, en el sentido amplio de la palabra, el proyecto de tener un hijo es condensación de innumerables aspectos tanto individuales como de pareja y a su vez de la especie de la cual forma parte, “ ...concebir un hijo es la actualización de un significante en su mutua resonancia en la pareja[3]
De todos modos, ya sea que prime un factor biológico o un factor psicológico, es adecuado plantear a partir de qué situación hablamos de infertilidad.
Se considera que una pareja posiblemente tenga alteraciones en su fertilidad, cuando luego de un año de mantener relaciones sexuales en forma regular y sin utilizar métodos anticonceptivos, no sea capaz de gestar.. Aproximadamente el 15% de las parejas son infértiles y ésta infertilidad es “curable” en un 70% de los casos si se realiza un adecuado y temprano diagnóstico. El motivo más frecuente de infertilidad es por la falta de un adecuado diagnóstico ( Díaz, 2004)[ii].
La razón por la cual se elige un año está basada en que las parejas con relaciones sexuales regulares sin anticoncepción, en el 80, 85% de los casos[4] logra un embarazo dentro de éste período, aunque hay que considerar diversos factores pudieron haber variado la fertilidad en el plazo citado, por lo que no es bueno rotular a una pareja como “infértil” basándose sólo en éste criterio.
Antes de un diagnóstico médico final y comenzar un tratamiento, se deben evaluar todos los factores que  pueden ser responsables de la infertilidad en cuestión; desde la producción de las gametas hasta los primeros días del desarrollo embrionario.
Otro aspecto trascendente a tener en cuenta, que va más allá del plano de lo biológico, da cuenta de la comunicación en la pareja. (Daniels, 2003)[iii]. Es trascendente en este tipo de situaciones tomar en cuenta las emociones. Hay un problema físico y surgen sentimientos asociados a ese problema, las emociones y los aspectos sociales no sólo influyen sino que determinan una situación y tanto hombres como mujeres sienten esto muy profundamente, pero generalmente tienen dificultades para hablar entre ellos sobre estos temas emocionales tan profundos.”Por supuesto que una de las formas en que las parejas se comunican a niveles muy profundos es  mediante las relaciones sexuales y si uno se está pudiendo comunicar fluidamente con los otros, es posible que esto impacte en las relaciones sexuales” [5].
En fin, todo este entramado da cuenta de un entrecruzamiento entre deseo y mandato que invisten lo biológico y elaboran un fenómeno de fertilidad o de infertilidad.

2.1             Diferencia entre infertilidad y esterilidad

Una pareja con imposibilidad de procrear puede estar ante dos situaciones diferentes. Una es la ya mencionada infertilidad; la Otra es dada por la incapacidad de gestar debido a la inexistencia de célula huevo. Aquí la génesis de las gametas no ocurre normalmente, o no hay células germunales o existen fallas en la fecundación que impiden la formación de una célula huevo. Esta situación es conocida como esterilidad. (Flores, 1990)[iv]  La esterilidad, a diferencia de la infertilidad, es la incapacidad total de concebir. Aproximadamente el 1,5% de las parejas son estériles (Díaz, 2004)[v].


2.2             Metodología de la infertilidad

En una primera aproximación, cabe indicar que a los fines de la fecundación existen fallas: Previas a la fecundación durante la fecundación y posteriores a la fecundación, todas ellas perfectamente descriptas por la histología.
De detectarse una falla, se debe investigar en dónde se origina, si en el hombre o en la mujer, o en ambos.
Como aproximadamente el 40% de los casos de infertilidad dependen del hombre, es necesario hacer un espermograma, con la finalidad de evaluarlo y de detectarse allí la falla, corregirlo. Si el espermograma es normal, la causa de la dificultad seguramente estaría en la mujer.
Como las causas de infertilidad femenina son muy variadas, debe realizarse un examen minucioso. Suele iniciarse esto con una ecografía pélvica transvaginal. Aproximadamente el 60% de los casos de infertilidad dependen de la mujer.
Esquemáticamente, la metodología para tratar la infertilidad una vez determinada la causa biológica de la misma, consiste según sea necesario –previo diagnóstico- en un primer momento de estimulación de la ovulación y optimización de las condiciones naturales para procrear.. Si esto no da resultados se procede a la técnicas de FERTILIZACIÓN ASISTIDA, mediante Fecundación In Vitro y transferencia embrionaria (FIV-TE). Aquí es necesario recolectar artificialmente ovocitos y semen, inseminar los ovocitos y transferir los embriones al útero materno. Si el resultado es exitoso, se está ante una fecundación.
Es de destacar que la metodología empleada no es susceptible de extraer conclusiones generalizables. Cada Sujeto es diferente.

2.3             Infertilidad inexplicada

Pero no todo es explicable mediante los descubrimientos bio-médicos. Hay un gran área denominada infertilidad inexplicada en la que no tiene la medicina respuestas para dar, lo cual es muy frustrante para la pareja que intenta concebir, ya que todo parece estar bien, orgánicamente habalando, no obstante la fecundación no se produce. Según Daniels (2001) este tipo de infertilidad se da entre un 10 y un 30% de los casos.

2.4             Causas de infertilidad vinculadas a conflictos psicológicos

Estos fenómenos de infertilidad que biológicamente no tienen explicación, seguramente tienen un correlato con alguna cuestión del orden de lo psicológico. De ello da cuenta el trabajo de Rosario Domínguez, Psicóloga del departamento de Obstetricia y Ginecología de la Clínica Las Condes, Chile. En su artículo[vi], comenta investigaciones sobre mujeres con infertilidad de causa desconocida o inexplicada que dieron lugar al diagnóstico de: “INFERTILIDAD PSICÓGENA”.
La condición de infertilidad, amenaza el proyecto de vida, altera el funcionamiento social, afecta la autoestima y la vida sexual de la pareja. Estudios recientes sugieren que el estrés puede influir en la respuesta a los tratamientos de infertilidad. “Newton y colaboradores han elaborado un ´Inventario de Problemas Asociados a la Infertilidad´, que permite caracterizar la respuesta de los individuos a la vez que evaluar en el tiempo esta respuesta y el efecto de las intervenciones psicológicas“.[6]
Domínguez da cuenta de que ante determinados conflictos psicológicos, el sujeto desarrolla respuestas indirectas, como la infertilidad por ejemplo, la que se acompaña defensivamente de un deseo frenético y ansioso por concebir, situación en la que surge el concepto de Infertilidad Psicógena. Aquí lo psicológico es causal de infertilidad.

2.5             Estrés e infertilidad

El estrés es el producto de una combinación de factores: el significado percibido y los recursos de afrontamiento del sujeto ante el hecho al que le es atribuido un determinado significado.
Interviene también la historia del sujeto, su estructura de personalidad, la red social y familiar que lo sostiene. Toda esta estructura causal dinámica está en la escena de la infertilidad y debe ser contenida.


3.Acerca de la Atribución

El término atribución hace referencia al proceso (cognitivo-interno) mediante el cual un determinado individuo establece el origen causal de un hecho. En la interacción con el mundo, lo más importante es el modo en que es procesada la información más cómo este proceso se conecta con las informaciones previamente almacenadas en la memoria; y no tanto la información por sí misma.
De las sucesivas atribuciones que el sujeto construya en interacción con el mundo, surgirá un modelo mental del entorno que lo circunda y una representación mental de dicho entorno, la cual tendrá una importancia decisiva en la regulación y la determinación de la conducta, lo cual le permite operar sobre el campo informacional disponible.[vii]
Según Heider (1944)[7] el proceso mediante el cual causa y efecto, actor y acto son considerados por las personas como partes de una unidad causal, se denomina formación unitaria. Podría entonces pensarse que la causa que provoca el fenómeno de infertilidad como efecto entre los actores de la pareja, genera el acto de la búsqueda, búsqueda de un hijo. Esto daría cuenta de una formación unitaria que se reitera en diferentes momentos tanto de las vidas de los actores involucrados, como así también en vidas de otros actores con los cuales tienen una causa-efecto común: los fenómenos de infertilidad.



3.1             Atribución de la situación de infertilidad

Es muy importante indagar en el momento de abordar una consulta por fenómenos de infertilidad el tipo de atribución que quien o quienes consultan realiza sobre la causa el problema que los preocupa ya que la atribución realizada forma parte del problema mismo. Este singular modo de significar los hechos es el responsable de las recíprocas interacciones que ocurran y será a su vez de utilidad para diseñar el tipo de intervención terapéutica más adecuado.
Es necesario categorizar la infertilidad, atribuirle un significado, para así identificarla y procesarla. Vivenciar el procesamiento de esta  formación unitaria para que se vea modificado el modelo mental de entorno y así categorizar la fecundidad como posibilidad.


4.Metodología de la investigación

En éste proyecto de investigación, la metodología utilizada es basada esencialmente en la observación. Dicha actitud favoreció el desarrollo del método hipotético-deductivo que intenté emplear y fue mediado por las herramientas detalladas en el siguiente ítem (4.1) y el correspondiente análisis e inferencias que de las mismas pueda extraer.
Las entrevistas de éste proyecto fueron muy pocas, dado lo infrecuente de la temática a tratar, pero teniendo en cuenta que el presente es sólo un proyecto y no la investigación propiamente dicha, todo lo aquí explicitado sirve de cimiento sobre el cual construir.

Paralelamente a esta instancia práctica, realicé un seguimiento teórico con el cual poder profundizar y enriquecer el problema planteado en torno al quehacer del Psicólogo Perinatal ante la situación de infertilidad en una pareja o sujeto con deseos de concebir.

4.1             Herramientas
  Utilicé como instrumento diagnóstico, en primera instancia, la entrevista Psicológica de Diseño óptico[8]. Ocurre que administrándola en el servicio de neonatología, dentro de las primeras 72 hs del post-parto y desarrollando sus aspectos a indagar; me enteraba de la previa situación de infertilidad de algunas mamás o parejas, la cual ya había dejado de ser tal (dado que habían tenido un bebé –el cual ahora estaba en neo-).
Así detectados los casos de infertilidad o mejor dicho de fenómenos de infertilidad, necesité construir una pequeña guía base de preguntas, las cuales elaboré a modo de fichas para tener un patrón común y poderlas comparar.
La población seleccionada para desarrollar el trabajo, se sub-limitó a casos de fenómenos de infertilidad “con final feliz”, por lo cual a su vez era más fácil de abordar.
Detectados los casos abordables, creo de utilidad  trabajar con la siguiente ficha [9], (utilizada sólo a los fines de orientar al entrevistador, no para ser completada por el entrevistado, para así trasladar al lenguaje más pertinente a ser decodificado por en entrevistado, según el caso y nivel de instrucción del/la mismo/a).

4.2              Lugar
El lugar de trabajo será  la Fundación Hospitalaria, Hospital Privado de Niños, cito en las calles Crámer y Deheza del barrio de Saavedra de la Ciudad Autónoma de Bs. As.. Espacio en el cual me desempeño como pasante de la cátedra.

4.3              Población
La población de madres y/o padres que en el curso de las entrevistas[10] realizadas en el servicio de neonatología de la Fundación Hospitalaria, hayan  manifestado haber tenido dificultades[11] en el proceso previo a la concepción de sus hijos y que lo relatan desde un “final feliz”, vale decir, que ya hayan resuelto al fenómeno de infertilidad.

4.4              Administración de entrevistas semi-estructuradas
Observar las fichas anexadas al final del trabajo.

4.5              Resultados de la administración
Pude administrar cinco entrevistas. La atribución de infertilidad es variada y la atribución al hecho de haber podido concebir converge en el factor “distracción”. En las cinco la distensión como descenso de una situación de estrés parece tener significación.
La muestra, insisto, es muy escasa. No obstante, la investigación continúa.





CONCLUSIONES

El Rol del Psicólogo Perinatal comienza a ser plausible de demanda desde el momento mismo en que intenta surgir el deseo de hijo y éste como tal -el deseo- se presenta al sujeto con alguna dificultad respecto de ser procesado en su modelo mental de entorno ( 3).
Respecto de la infertilidad, durante el desarrollo del trabajo, preferí hablar  de fenómenos de infertilidad, intentando con esto dar cuenta de no absolutizar el problema y atribuirle una significación transitoria, solucionable. Al menos la población a la cual se le administró la herramienta diseñada da cuenta de que resolver el entramado en torno al “no poder tener un hijo” es posible, sobre todo si se detecta un hecho causal sobre el cual , como Psicólogo, trabajar y hacer que el paciente trabaje. Sumar las potencialidades ( 2 ).
El Rol del Psicólogo Perinatal (2.2) se hace aún más pertinente en el momento en que ese deseo de concebir, ya fue procesado y categorizado como búsqueda. Es durante las diferentes etapas de los tratamientos ( 2 ) que la palabra  se necesita, a veces como puente ante la ambivalencia de “querer y no querer” (Entrevista 5), ambivalencia que puede generar culpa y ansiedad. Emociones que es difícil a veces compartir con la pareja ante esa situación. Generalmente, el portador del síntoma, siente culpa en relación al otro e incluso en este “ida y vuelta” el otro vivencie bronca. Sería imposible detallar todas las situaciones que podrían categorizarse como causa del fenómeno de infertilidad, pero estoy convencida de que ante todas ellas, el Psicólogo Perinatal tiene la posibilidad de abordar creativamente, instrumentando una intervención adecuada.
Habilitar la comunicación con cada miembro de la pareja en función de sí mismo, en función del otro y en función del terapeuta es pertinente al Psicólogo que bordea lo inherente al nacimiento. Quizá ese hijo deba nacer primero en la fantasía inconsciente de los padres, para así también aflorar a nivel consciente y esta es una gestación que el Psicólogo Perinatal ayudará a “parir”.

La inserción del Psicólogo Perinatal ante la infertilidad se desenvuelve según el mismo “modus operandi” que ante el nacimiento, parto y post-parto. Es sólo la instancia previa a todo eso y al ser parte y origen del mismo evento lo que legitima su inclusión en el desenlace de la vida.
Si puede variar el encuadre, pero no en esencia. El encuadre sigue siendo muy flexible y la demanda puede que tenga más posibilidades de ser expresada por el /los pacientes, aunque no en la mayoría de las veces.
Pensando en la metodología bio-clínica de la infertilidad, surgen variadas intervenciones. Ken Daniels [viii] comenta en su conferencia que conoce una sóla clínica en la que a la primer consulta que la pareja asiste para plantear su problema, se encuentra con un Médico y un Psicólogo. ¡Qué importante es allí el rol del Psicólogo!, y qué mejor especialidad que la de un Psicólogo Perinatal.
Otras escenas de intervención serían: 
·                  El momento en que esta pareja reciba el diagnóstico: culpas, broncas, reproches, ansiedad, depresión... ¿Cómo recomponer el proyecto compartido de procrear ante la aparición -ahora declarada- de infertilidad?...
·                  El momento en que el hombre debe “recolectar” su semen, ¿cómo se siente antes de hacerlo?, ¿qué prejuicios tiene al respecto?, ¿el fin justifica los medios?...
·                  La psicoprofilaxis antes de la/s intervenciones a la mujer.
·                  El fracaso en el tratamiento, volver a empezar. ¿Qué nivel de tolerancia a la frustración tienen estos futuros papás?...
·                   
En fin, serían inenumerables las situaciones de intervención del Psicólogo Perinatal ante la infertilidad, del mismo modo que las variaciones del encuadre que legalice ese encuentro entre mamá, papá y terapeuta Perinatal.

De haberse detectado y podido trabajar la castración en la Entrevista 1, seguramente Alejandra no hubiese tardado junto a su esposo 14 años en ser mamá. De haberse intervenido la atribución del miedo (Entrevista 5), Cecilia hubiese implementado u optimizado sus recursos de afrontamiento antes de que pasen 4 años. Recursos que le hubiesen sido también útiles a Marcelo (Entrevista 3) para afrontar su estrés o bien para decidir sin culpa ni ansiedades, esperar a que pase la crisis...
En fin, posibilitar categorizaciones de fecundidad como posibilidad ( 3,1 ), brindar elementos para modificar representaciones que modifiquen a su vez el modelo mental de entorno ( 3 ). Son también funciones del Psicólogo Perinatal.

La infertilidad inexplicada ( 2.3) es la puerta a la Psicología perinatal, junto a este nuevo posicionamiento del rol del psicólogo surgen infinitos interrogantes pero también una certeza: El trabajo del Psicólogo Perinatal, empieza al cruzar esa puerta...


[1] Oiberman, A. Clase Teórica de la Pasantía en Práctica Profesional Nº 153, U.B.A. Bs. As.;Abril del 2004
2 Diccionario de la Real Academia Española
3 G. Benedito “ Rol  del psicólogo”. Publicación de la Cátedra Freiría del C.B.C. de la U.B.A., 1997.
[2] Cincunegui, S;  Kleiner, Y y Woscoboinik, P. “ Infertilidad y Fertilización Asistida. Una encrucijada del deseo” [en línea]. Argentina [citado el 25 de Junio del 2004] Ateneopsi. Disponible en internet en: http://www.ateneopsi.com.ar/infertilidad.htm

[3] Cincunegui, S;  Kleiner, Y y Woscoboinik, P.(2004) Op. cit
[4] Flores, V. (1990 “ Esterilidad e infertilidad” En : “Bases Biológicas y Moleculares de la Fecundación” López Libreros Editores, Bs. As, Argentina, 1992.
[5]  Daniels,K. (2001) Conferencia dada el 3 de Mayo del 2001 [en línea] Bs. As. , Argentina [citado el 26 de Junio del 2004] Disponible en internet en: http://tableroarg.tripod.com.ar/kendaniels.html


[6]  DOMÍNGUEZ, R. (2002)[artículo en línea] de la Unidad de medicina Reproductiva del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Clínica Las Condes, Chile, [citado el 26 de Junio del 2004]. Disponible en internet en: http://www.clc.cl/area_academica/Revista_Medica_Enero_2002/articulo_007.htm
[7] Heider (1944), considerado padre de la teoría de la atribución, citado en: NIETO, M. (1993) “ Teorías de la Atribución: su utilidad en el campo de la terapia de pareja”, En: Revista Argentina de Clínica Psicológica, II pp 68-79. Bs. As., Argentina.
[8] Galíndez y Gentile: “La entrevista Psicológica de diseño óptico”, Equipo de Atención al Niño Pequeño y su Familia- Programa de Atención psicológica y Comunitaria.  En Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología / U.B.A.- Año 5-Nº 2, Bs. As, 2000.
[8] Interpretando yo a esas “dificultades” en el marco de una “transitoria inhibición de la fertilidad”.
[9] Ver fichas anexadas al final del proyecto.
[10] Galíndez y Gentile, Op. Cit.
[11] Interpretando yo a esas “dificultades” en el marco de una “transitoria inhibición de la fertilidad”.



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

[i] FLORES, V. (1990) “ Esterilidad e infertilidad” En : “Bases Biológicas y Moleculares de la Fecundación” López Libreros Editores, Bs. As, Argentina, 1992.

[ii] DÍAZ, G. (2004) “ Esterilidad-Infertilidad-Fecundidad “.[en línea] Bogotá, Colombia [citado el 23 de Junio del 2004]. Disponible en internet en: http://www.drgdiaz.com/eco/infertilidad.shtml


[iii] DANIELS, K. (2001) Conferencia dada el 3 de Mayo del 2001 [en línea] Bs. As. , Argentina [citado el 26 de Junio del 2004] Disponible en internet en: http://tableroarg.tripod.com.ar/kendaniels.html

[iv] FLORES, V. (1990) Op.cit.

[v] DÍAZ, G. (2004) Op.cit.

OIBERMAN, A. -Compiladora- (2000). “Nacer y Después”.[CD ROM] Bs. As.. Ediciones CIIPME – CONICET. Argentina. ISBN Nº: 950-692-059-1- [1 CD ROM]

[vi] DOMÍNGUEZ, R. (2002)[artículo en línea] de la Unidad de medicina Reproductiva del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Clínica Las Condes, Chile, [citado el 26 de Junio del 2004]. Disponible en internet en: http://www.clc.cl/area_academica/Revista_Medica_Enero_2002/articulo_007.htm

[vii] NIETO, M. (1993) “ Teorías de la Atribución: su utilidad en el campo de la terapia de pareja”, En: Revista Argentina de Clínica Psicológica, II pp 68-79. Bs. As., Argentina.
[viii] Daniels, K. (2001) Op. cit